Viernes Santo, esta Semana Santa se marcha, una tristeza inunda mi corazón. Una pena agobia mis sentidos. Me siento raro, mi devoción, mi Amor a aquello que me gusta se ha disipado. Mis amigos lloran amargamente esta Semana Santa. No hay cansancio, no hay nada que contar, solo lo que podía haber sido y no fue.
No sé qué escribir mi cumulo de ideas y pensamientos sobre esta Semana Santa, no fluye, no irradia alegría, no transmite unos sentimientos, una devoción o posiblemente incluso una costumbre. Solo pienso en esos cielos nublados con amenazas y no amenazas de lluvia. Martes Santo duro, Martes Santo ojala irrepetible, Martes Santo sin procesionar a Tu lado, sin miradas alegres, un Martes Santo sin una saeta, Martes santo sin ti. Sin esa mirada desde la lejanía, sin unas palabras de aliento que solo escucho yo y lo siento en mi corazón. Tu lejanía de este año, me ha destrozado, pero sé que conmigo siempre continuaras, porque nunca me abandonas y donde estoy yo, siempre estarás tú.
Una decisión dura, NO REALIZAR ESTACION DE PENITENCIA, pero acertada, donde tus palabras son escuchadas con atención y tensión.
Un templo, otro, y otro y otro más, todos quedan cerrados, para que al poco tiempo queden abiertos para que el gran público acceda a él. Una oración, una lagrima, un saludo, un abrazo, una saeta, un coro. Miradas cómplices de desengaño, de tristeza, de malestar.
Menos de un año queda para el 3 de abril, próximo Martes Santo, pero que, ¿cambiaremos algo? Nuestra tristeza morirá poco a poco, nuestro dolor se disipará por que dentro de once meses tendremos de nuevo nuestra Semana Santa. De nuevo esperanza y el saber que de nuevo estaremos ahí para disfrutar, nuestro trabajo de nuevo estará realizado, nuestras ganas de vivir nuestra Semana Santa, nuestro Martes Santo, estarán intactos, y con alegría nos preguntaremos ¡anda que igual que el año pasao! Este año hasta pica el sol.
Desde estas líneas agradecer a todos los hermanos de la Hermandad, en especial a aquello que vistieron de nazareno, vuestra comprensión y vuestra paciencia, ante un día tenso, pero de nuevo el año que viene nos espera y con mas deseo de realizar nuestra Estación de Penitencia.
Desde la Junta de Gobierno que presido GRACIAS y que el Stmo. Cristo del Amor a través de su Madre Ntra. Sra. de las Veredas, os ilumine en cada día de vuestra vida.
Manuel Orellana Delgado
Hermano Mayor