A partir de las seis menos cuarto de la tarde, empiezan a llegar los primeros de los casi trescientos nazarenos que participaron en el cortejo de la Cofradía.
Los Priostes lo tienen todo listo, haciendo sus pertinentes revisiones antes de salir a la calle.
Los Diputados Mayores de Gobierno se hacen cargo de la Cofradía, empiezan a organizar a los Diputados de Tramos y estos a su vez a colocar a cada nazareno en su lugar de correspondiente.
Son casi las siete de la tarde, los hermanos costaleros, e
Los pequeños nazarenos, miran a sus madres y padres, con cara de felicidad y nerviosismo, unos para repetir la experiencia del año anterior y otros por hacerlos por primera vez.
Se reza y se desea una feliz Estación de Penitencia. El Hermano Mayor, con una mirada le dice al Diputado Mayor de Gobierno que la Hermandad está en sus manos, que de ellos depende el buen devenir de nuestra Hermandad
Se abren las puertas, entra una enorme claridad del sol de la tarde. Cruz de Guía en la calle y así todo el cortejo hasta nuestro paso de misterio. Sale el Stmo. Cristo del Amor, solemne como siempre, despacio, con tranquilidad a un mismo paso los costaleros. Ya camina por Utrera, ya se encuentra en la calle nuestro Cristo, repartiendo Amor por todas sus calles, por todas sus casas y por todas las aquellas personas, que aunque no sean creyentes, saben que con Amor
Sale a continuación la Cruz Parroquial, siguiéndole los cinco tramos de nazarenos antes de llegar al paso de palio, que procesiona a Ntra. Sra. de las Veredas. Majestuosa y Dolorosa sale a la calle, aunque un viento molesto se levanta para acariciar su cara, apagando toda la cera, para que sea la luz del sol, el único testigo de su presencia. Con paso parsimonioso sigue la vereda que va dejando Su Hijo, muerto en la Cruz.
Un recorrido por Utrera, un grato paseo donde la Junta de Gobierno y hemanos no pertenecientes a ellas han
Para terminar, la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad, desearía agradecer a todos aquellos hermanos, que han cedido sus ropas de nazarenos a la Hermandad, para que otros pudieran realizar su estación de penitencia por nuestra ciudad.
Fotografías: Francisco Javier Ramírez Gómez